miércoles, 28 de septiembre de 2011

Amada mujer


Tengo ganas de llevarte
en un viaje por la luna
porque es grande la fortuna
que Dios me dio al encontrarte.
En el espacio formarte
quisiera de amor sus huellas
para llevarte en aquellas
galaxias enamorado
y en tu cuello delicado
colgarte algunas estrellas.

Colgarte algunas estrellas
en tus aretes quisiera
y que mi destino fuera
casarme contigo. Bella
mujer que dejas tu huella
en mi mente de tal modo
que hasta el mismísimo lodo
para mi se ha vuelto espuma
de mar y tú eres la suma
del grande amor en un todo.

Del grande amor en un todo
te miro en cada rincón
porque en este corazón
se perpetua un gran periodo.
Creo que nunca me incomodo
cuando expreso lo que aquí
hiciste crecer en mí,
que está en un plano divino,
pues duermo, como y camino
soñando y pensando en ti.

Soñando y pensando en ti
me encuentro en todo momento
pues tu amor es alimento
para el hambre que hay en mí.
Por eso es que decidí,
en tu llegada oportuna,
compartirte la fortuna
que Dios nos hizo llegar
para poderte llevar
en un viaje por la luna. 

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Décimas

Lo que se sabe de ti:
Los planetas y los astros
luminosos me dijeron
que en el cielo ellos te vieron
para dejarte sus rastros.
Puede ser que sea un poetastro
pero puedo discernir
lo que ellos querían decir
sobre tu naturaleza
espiritual y belleza
inherente en tu existir.

El Regalo:
Volando me iré al espacio
a buscarte algún recuerdo,
para que en el lado izquierdo
de tu elegante palacio
lo coloques muy despacio.
Y con un grande destello,
de este regalo tan bello,
he de saber pronto que
las estrellas te pondré
sobre tu hermoso cabello.

El amuleto:
En un sueño que yo tuve
se me reveló un secreto
y ahora guardo un amuleto
escondido tras las nubes.
Y mi alma que mira y sube
lo traerá pronto conmigo
porque Dios al ser mi amigo
lo ha guardado con razón
mismo que es un corazón
que compartiré contigo.

La indicada:
A Dios le dije agobiado:
“yo quiero pronto saber
cuál será esa mujer
la que Tú me has destinado”.
Dios respondió con agrado
poniéndome junto a ti
para decirte yo aquí,
hoy que estás embelesada,
supe que eras la indicada
cuando en un sueño te vi.

Martirio:
Si me encuentro en la agonía
es porque tu amor me mata
y ya tus palabras me atan
del árbol de la alegría.
Es grande la cercanía
que tenemos y por eso
de tus ojos vivo preso
y al condenarme a la muerte
yo diré que fue mi suerte
ser un mártir de tu beso.

El pan:
Un corazón se cocina
en el horno del amor,
con exquisito sabor,
y las mejores harinas.
Suave como masa fina
este pan debe quedar,
porque cuando al saborear
ese pan de nuestra vida
Dios dispondrá la bebida
para nuestro paladar.


En tu pared:
Las estrellas se han ganado
un lugar en el espacio
y crecieron muy despacio
para un cielo iluminado.
Sólo Dios las ha abrigado
con su grandiosa merced,
y hoy me parece que usted
quiere que también me gane
el espacio y yo me hilvane
del árbol de su pared.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Décimas

El Báb, Bahá'u'lláh y seguidores.
por: Kamál González

Se llegó el ansiado día
que todo el mundo esperó
y cuando un hombre encontró
la esencia de su alegría
se apresuró en valentía
a transmitir el mensaje,
que en elocuentes pasajes
hicieron temblar la tierra
los mares, ríos y sierras;
buen ejemplo de coraje. 

Grande fue la reverencia
mostrada por los valientes,
que en sus deseos fervientes,
alcanzaron su presencia.
Siyyid-i-Báb fue la esencia,
para muchos de su amor
y escuchando su fragor,
que anunciaba buenas nuevas,
pues en convincentes pruebas
les dio vida el redentor.

La sangre fue derramada
en tierras del medio oriente
por un grupo de valientes
que se alzaron con la espada.
Defendiendo al camarada
y su creencia sobre todo,
avanzaron con el coro
de Ya Sáhibu'z-Zamán
pues tenían en su plan
ser custodios de un tesoro.

A prisión se lo llevaron
resguardado con custodios
por los celos y por odios
en Máh-kú lo confinaron.
De su tierra lo expulsaron,
ignorantes de su origen,
ya que así sólo se rigen
los que dicen creer en Dios
sin saber lo cruel y atroz
que sus celos les exigen.

Se hizo una conferencia

con elevados creyentes,
dirigiendo a los presentes
el sentido de la urgencia.
Se mostró la reverencia
y no vieron para atrás
pues en la vida fugaz
tenían que darse prisa
y aprovechar de la brisa
que sintieron en Badasht.

Una brisa espiritual

que regía en el encuentro
inspiró en aquel momento
a una dama sin igual.
Por situación cultural
Táhirih llevaba un velo
ocultando bien su pelo
pero no contenta así
se lo quitó estando allí
inspirada por el cielo.

El sanguinario enemigo

decidió borrar el nombre
de la Causa de aquel Hombre
que buscaba hacer amigos.
Pero nunca los castigos
provocaron retroceso
al mensaje de Aquel preso;
estas acciones más bien,
cultivaron el Edén
que traerá nuestro progreso.

El mensaje difundido

entre la gran multitud
les condujo a la virtud
de un amor correspondido.
Y el corazón encendido
de los grandes seguidores
desecharon los temores
que en sus tierras habitaban
cuando enseguida encontraban
la fuente de sus amores.

Las adversas condiciones

que los mensajeros viven
no limita, aunque los priven,
de todas sus oraciones.
Las grandes revelaciones
acuñadas en el mundo
llegaron a lo profundo
para darnos alimento,
el cobijo y el sustento
para un orden vagabundo.

Por la pruebas floreció

lo que tantos anhelaban
y es que muchos atacaban
el mensaje que se dio.
Grande y fuerte apareció
en otras vastas regiones
pues habían las razones
de difundir esta Causa      
que sin demora y sin pausa
se ha llevado a las naciones.