miércoles, 28 de septiembre de 2011

Amada mujer


Tengo ganas de llevarte
en un viaje por la luna
porque es grande la fortuna
que Dios me dio al encontrarte.
En el espacio formarte
quisiera de amor sus huellas
para llevarte en aquellas
galaxias enamorado
y en tu cuello delicado
colgarte algunas estrellas.

Colgarte algunas estrellas
en tus aretes quisiera
y que mi destino fuera
casarme contigo. Bella
mujer que dejas tu huella
en mi mente de tal modo
que hasta el mismísimo lodo
para mi se ha vuelto espuma
de mar y tú eres la suma
del grande amor en un todo.

Del grande amor en un todo
te miro en cada rincón
porque en este corazón
se perpetua un gran periodo.
Creo que nunca me incomodo
cuando expreso lo que aquí
hiciste crecer en mí,
que está en un plano divino,
pues duermo, como y camino
soñando y pensando en ti.

Soñando y pensando en ti
me encuentro en todo momento
pues tu amor es alimento
para el hambre que hay en mí.
Por eso es que decidí,
en tu llegada oportuna,
compartirte la fortuna
que Dios nos hizo llegar
para poderte llevar
en un viaje por la luna. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario